A partir de las posibles consecuencias para la salud del agua
contaminada es fácil entender lo mucho que puede desequilibrar los
ecosistemas, incluyendo los problemas específicos que suponga para la
fauna y flora.
Pensemos que el agua es un elemento esencial no
solo para la vida humana sino para la vida en general. Siendo como es un
elemento indispensable para la misma, su polución supone un serio golpe
para los seres vivos.
Se produce, así pues, una destrucción de
vegetación, de peces y otros animales que habitan los mares. De forma
paralela, las aves marinas también pueden acusar esta contaminación de
las aguas, diezmándose su alimentación o quedando envenenada.
Preservar
los peces o los corales, pongamos por caso, significa dejar de
acidificar el mar a consecuencia del cambio climático. Por lo tanto, de
forma indirecta también puede verse afectado el ecosistema acuático. No
se trata de un vertido, sino del mismo rol de sumidero de carbono que
realiza el océano, con este dramático resultado. Por último, la polución
acústica es otro problema de primer orden, cuyas consecuencias
ambientales pueden llegar a ser dramáticas para muchas especies.
jueves, 28 de febrero de 2019
miércoles, 27 de febrero de 2019
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